Después
de varias etapas, de análisis pre ocupacionales y constancias que ni
sabían que se podían pedir, el Martes 10 de julio recibí LA
llamada, esa llamada que no sabía si quería que ocurriera, pero que
hizo que mi vida diera un giro desde el mismo instante en que corté
con la encargada de Recursos Humanos.

Cuando
Phoebe le dice que la prueba de embarazo es negativa, Rachel se
tranquiliza y se pone contenta; pero se siente feliz cuando Phoebe le
dice que en realidad el resultado es positivo. De esa misma manera me
sentí yo.
Cuando
hablaba de este nuevo trabajo, constantemente marcaba los aspectos
negativos que tiene, como la distancia, la cantidad de horas de
trabajo, el arriesgarme a dejar un trabajo de cuatro años por un
reemplazo de tres meses y medio; pero a la vez, cada centímetro de
mi ser anhelaba que suene mi teléfono y que el identificador de
llamadas me dijera que eran “ellos” los que me llamaban.
Fue,
por lejos, la mejor llamada que recibí en muchísimo tiempo. No
podía dejar de sonreír y las manos me temblaban de la emoción. No
es sólo el haber conseguido un trabajo mucho mejor que el que tengo,
es el hecho de que me hayan elegido a mi para ese trabajo.
Me
sentí importante, especial, capaz de enfrentar un trabajo totalmente
distinto a lo que vengo haciendo, es todo un desafío y es la puerta
a mi nueva vida.
No
existen palabras q me permitan expresar la emoción que me genera el
hecho de haber sido elegida para ser parte de una empresa tan pero
tan grande.
El
call también es una empresa inmensa que está en todo el mundo, pero
el trabajo del call lo hace cualquier mono domesticado (perdón si
ofendo a alguien, pero todos sabemos que es así)
Con
que hayas terminado el secundario, ya sea en el mejor colegio o en
una escuela nocturna acelerada, ya cumplís con los requisitos para
trabajar ahí.
Todos
los días hacen entrevistas y contratan gente, todos los días
ascienden y descienden supervisores, analistas de calidad y demás.
Ya
perdí la cuenta de la cantidad de personas que conocí dentro de ese
lugar. A veces me cruzo con gente que sé que la conozco pero que no
recuerdo de donde y después de pensar un rato recuerdo que durante
un tiempo pertenecieron a TP.
En
cambio, en este nuevo trabajo no contratan gente todos los días, y
eso me hace sentir especial de alguna manera.
Apenas
me confirmaron que había quedado elegida, sentí que mi vida
empezaba a tomar otro rumbo. Acomodé mi placard (algo que no hacía
hace por lo menos dos años), busqué una dermatóloga para tratar mi
problema de acné, empecé dieta, duermo menos y tengo ganas de hacer
cosas.
Tanto
tiempo de espera hizo que deseara con cada centímetro de mi ser que
me llamen.
Los
días adentro del call se volvieron más tediosos de lo normal y, con
cada nueva directiva que llegaba, mis ganas de irme a la mierda se
potenciaban.
Lo
único que hacía que me aguante ese lugar son mis compañeros que
son increíbles en todos los sentidos. Y si hay algo que voy a
extrañar de ese lugar, son las personas que llegué a conocer y los
amigos que coseché.
Pero
también sé que voy a seguir conociendo gente maravillosa.
Cuando
me fui de mi trabajo anterior, lloré por tener que dejarlo a E,
sentía que no existía mejor compañero y amigo que él. Como amigo
nadie lo reemplazó, sigue siendo mi mejor amigo y seguimos
hablándonos, viéndonos y contándonos todo; pero sí conocí
personas que son tan buenos compañeros como lo era él.
Ahora
me toca dejarla a C y a L. L es mi jefa, es increíble como jefa y se
convirtió en una gran amiga. C es como una hermanita (a pesar de que
tenemos casi la misma edad), me da ternura, siento que debo cuidarla,
protegerla y sé que me va a doler dejarla, aunque creo que a ella le
va a costar más que a mi.
Sin
embargo, estoy segura que mi amistad con ellas no va a desaparecer
por el hecho de cambiar de trabajo. Pasará como pasó con E,
seguiremos siendo amigas más allá del trabajo.
El
contrato con mi nuevo empleo es por un poco más de 3 meses, desde el
8 de Agosto hasta el 21 de Noviembre. Qué pasará después? No sé.
Por
lo pronto, TP me dio la posibilidad de adelantar 9 días de trabajo
así en Septiembre cobro el sueldo completo. Desde el 21 de Agosto
hasta el 19 de Septiembre me autorizan una licencia sin goce de
sueldo. Tengo que volver el 20 de Septiembre.
No
sé si volveré. Ojalá que no. Ojalá surja la posibilidad de quedar
efectiva y poder renunciar al call.
El
sueldo me tienta mucho. Para mi, que estoy sola, es un sueldazo.
Es un sueldo que me permitiría irme a vivir sola, ahorrar para un
auto, pagar deudas y/o ahorrar para hacer ese viaje a Europa que
tanto deseo. Es un sueldo que me cambia la vida.
A
pesar de que cada centímetro de mi ser quiere irse de TP, debo
reconocer que me asusta dejarlo.

Pero,
a la vez, a pesar de todo lo malo que tiene, me cuesta mucho
imaginarme fuera de ese lugar.
Son
casi 4 años ininterrumpidos de amor y maltrato diario. Me dio muchos
dolores de cabeza pero también muchas alegrías.
Después
de tanto tiempo metida en esa caja de zapatos, es como que no me
imagino mi vida de otra manera.
Hay
cosas que se las voy a agradecer siempre. Fue mi primer trabajo en
blanco, me dio una excelente obra social, me brindó estabilidad
económica y durante 4 años conocí gente maravillosa.
Anita,
mi hermana de la vida, dice que lo que yo siento por TP es conocido
como el “Síndrome de Estocolmo”, no sé si es normal sentir eso
por un trabajo, pero es lo que siento.
Lo
quiero, siempre lo voy a recordar con mucho cariño, pero espero no
volver.
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